¿Dónde quedó eso de “no podemos estar sin hablarnos”? No sé, no sé en dónde ni cuándo se perdió eso, pero pasaron 20 minutos y me muero de ganas por hablarte. Pero no me animo, porque sé que me vas a hablar con una tremenda cara de orto del otro lado del teléfono. No sé, ya no sé qué más hacer. No sé a dónde te fuiste, no sé qué estás haciendo y me preocupa muchísimo, me muero por saber de vos. Hay tantas preguntas en mi cabeza ahora, que creo que en cualquier momento me voy a volver loco. Pero la pregunta que más está presente en mi mente, ahora, es la siguiente: ¿Realmente sos feliz conmigo? ¿Realmente te hago feliz? ¿Realmente te hago bien?
No sé ni qué responderme a mí mismo sobre eso. Porque lo único que veo, es que te pones mal cada vez que peleamos, y eso pasa cada vez más seguido. Entonces, ¿Sos feliz conmigo?.
Esto me está volviendo loco, y me está llenando de preguntas cada vez más.
Se supone que un novio debe hacer feliz a su novia. Yo creo que no lo estoy logrando y eso me está matando.
Cada vez me cuesta más ver que sonrías y muchísimo más me cuesta, ser el motivo de esa sonrisa. Ya no sé si las veces que sonreís son por mí. Ya no sé si te hago sonreír.
¿Qué clase de novio soy? . Sólo sé que soy aquel que te ama y que te va a amar como nadie lo hizo. Y que por más peleas que hayan, eso no va a cambiar NUNCA.