Una de las cosas que me hicieron crecer, fue sufrir. Cuando sentís
el sufrimiento en carne propia, bien adentro de tu corazón y poco a poco lo vas
superando, crece tu espíritu, jurando no volver a pasar por eso (aunque a veces
no podemos elegir, solo pasa). Por eso, hoy estoy más fuerte. Mi espíritu está
más fuerte. Por eso: “Para el frente iré, para el frente iré, de nuevo para el
frente iré, te veré vos también, FRENTE A FRENTE”
No hay comentarios:
Publicar un comentario