No dejes, de equivocarte, de tropezar con la misma piedra, de caer una y otra vez, no retrocedas, sigue adelante, mirando al frente (y con la cabeza bien alta).
No dejes que nadie te arrebate nada, y menos que juzgue por ti. Lo más
importante es que no dejes de sonreír,
aunque no tengas razones, aunque tu mundo se haya venido abajo, tienes que
luchar por lo que tienes y no abandonar tus sueños, porque igual un día son nuevos
logros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario